jueves, 22 de septiembre de 2011

DERECHO A LA IDENTIDAD



La declaración Universal de los Derechos Humanos fue aprobada en 1948 donde implícitamente incluía a los derechos del niño. Posteriormente se llegó a la convicción que las necesidades de los chicos debían tener una atención especial por lo que se creó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Los derechos del niño son aquellos derechos que poseen los niños y adolescentes. Todos y cada uno de los derechos de la infancia son inalienables e irrenunciables, por lo que ninguna persona puede vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia.

El principio número 7 de la Declaración Universal afirma que:

El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.

El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.

PRIMEROS PASOS

Los primeros encuentros con los chicos de segundo año de la escuela 16 giraron en torno a un diagnostico buscando conocerlos a ellos y que ellos supieran quienes éramos y cuales eran nuestros propósitos en el lugar.

Fueron difíciles estos acercamientos ya que teníamos muy poca información sobre ellos y además no todos estaban dispuestos a trabajar con nosotros. No obstante a lo largo de las diferentes actividades se fueron soltando y colaborando con nosotros.
Un tema que nos llamó poderosamente la atención fue que la inseguridad y el peligro no es algo que les preocupe, lo observan como algo cotidiano que lo viven todo el tiempo, lo tienen naturalizado y les incumbe sólo cuando un familiar resulta lastimado.

Se animaron a compartir historias personales y fuertes que sirvieron para que se soltaran más y entre todos poder buscar posibles soluciones.